Haciendo un
análisis de la política de concesiones a empresas transnacionales y el proceso
de intervención extranjera que ha vivido Venezuela como consecuencia de la
explotación petrolera principalmente, comienza en 1883 con el contrato firmado
por Antonio Guzmán Blanco con el norteamericano Horacio Hamilton. Dicha
concesión le autorizaba a explotar y vender “los productos naturales de los
bosques” y el asfalto existentes en el entonces estado Bermúdez (estado
localizado en territorio del Estado sucre que desapareció en 1934). En 1885
Hamilton traspasó la concesión a Net York and Bermúdez Company que fue la
compañía que abiertamente dio inicio a las intervenciones en la política
venezolana, lo cual se evidencia en el financiamiento al Gral. Manuel Antonio
Matos para la organización de “La Libertadora” (última fuerza civil en Venezuela
hasta la fecha) en contra de Cipriano Castro. En 1905 este contrato fue
rescindido por incumplimiento (tenía una duración de 50 años inicialmente).
Posteriormente, a finales del siglo XIX vinieron concesiones a numerosos testaferros
venezolanos de empresas Holandesas, Inglesas y Estadounidenses como: Manuel
Antonio Pulido, Eduardo Echenagucia, Andrés Vigas y otros ya que ningún Venezolano tenía
verdadera capacidad para dedicarse por sí solo a la explotación de
hidrocarburos.
Esta política de
concesiones se profundiza entre 1907 y 1914. Una de las más grandes fue
detentada por Rafael Max Valladares que estaba asociado con la compañía Royal
Dutch Shell. En 1914 comienza a explotarse el Pozo Zumaque I que marca un
crecimiento trascendental para la industria petrolera y la consolidación
de Juan Vicente Gómez como dictador de Venezuela. La entrega desmedida de
concesiones por parte de Gómez con participación de parientes, allegados y
oligarquía venezolana les permitió hacerse de enormes fortunas y después de los
años 20 permitieron que el mayor volumen de ganancias le quedaran a las
empresas extranjeras y con ello además se incluía el control absoluto de estas empresas sobre enormes extensiones de
territorio venezolano que contenía nuestras más grandes riquezas. Los salarios
eran elevados en relación a otras actividades económicas pero no llegaban a
tener proporción alguna con las inmensas ganancias que obtenían las empresas
extranjeras.
Estos hechos
generaron importante impacto económico y político en Venezuela:
La explotación petrolera generó un profundo cambio económico
como fue la transformación de una economía agropecuaria hasta 1921 hacia una
economía petrolera a partir de 1921 en adelante, consolidando la seguridad
financiera del país y de Gómez que aprovechaba estos beneficios de manera
personal, aunque en realidad los términos de estos acuerdos no eran tan
ventajosos como deberían haber sido ni implicaban términos realmente justos
para el país (en muchos sentidos eran términos desfavorables para Venezuela),
solo que por volumen, los ingresos eran tan grandes que permitieron solventar
los problemas económicos, saldar la totalidad de la deuda contraída en el siglo
XIX y solvencia y prosperidad para iniciar una etapa de progreso y desarrollo
para el país evidenciado en la construcción de obras y los pasos para la
modernización del país desde las diferentes vertientes.
El otro elemento
que se hizo patente fue que a cambio de esas ventajas a las empresas
extranjeras a través de las concesiones, Gómez se aseguró de recibir apoyo de
parte de las potencias que las recibían para no ser derrocado y poder
consolidarse en el poder como dictador. Se había comprado la consciencia del
dictador y el resto de su equipo que cambió petróleo por dinero y poder, esto
propició que cuando estalló la guerra mundial comenzara una serie de
presiones sobre el gobierno venezolano para que abandonara su posición neutral,
la cual no abandonó, pero gracias a las posibilidades que había tenido de
fortalecer el ejército nacional pudo sofocar todos los intentos por derrocarlo.
Gral. Juan Vicente Gómez
Gral. Juan Vicente Gómez
La consolidación
petrolera se produjo entre 1922 y 1929
con el descubrimiento del pozo “Los Barroso 2” en Cabimas, Zulia, y con ello se
hicieron más evidentes las consecuencias:
-Afianzamiento de la penetración imperialista.
-La deformación de la Economía nacional
Esas primeras
concesiones petroleras que eran de 40 y 50 años a empresas como Caribbean
Petroleum, British Cobtrolled Oilfields, Colon Development Co., venezuelan Oil
Concessions, entre otras inglesas y luego a otras más poderosas norteamericanas
como Standrd Oil (CREOLE) y la Gulf Oil Corporation (MENE GRANDE) que
controlaron en 1945 el 70% de la producción petrolera venezolana, determinaron
el destino económico del país, ya que ese desmedido auge petrolero provocó que
se desviara la dirección de nuestra economía, lo que trajo consecuencias
nefastas e irreversibles de las cuales aun vivimos las consecuencias en la
actualidad.
Digo esto por la
observación de consecuencias como las migraciones internas desorganizadas,
donde la población abandonó el campo en busca de mejores oportunidades
laborales hacia los centros urbanos que no tuvieron un tiempo para
desarrollarse organizadamente y proporcionalmente con las exigencias, lo que ha
traído enorme y desafortunada disminución de la producción agrícola y pecuaria
principalmente y de otros rubros de nuestra economía, por lo que el desarrollo
urbano es desorganizado, hay exceso de población en algunas partes y escasa
población en otras, la distribución poblacional es totalmente desorganizada.
En los centros
urbanos los servicios son insuficientes desde el inicio del auge petrolero y
las viviendas insuficientes y aun no se ha podido superar el problema de que la
frente en su afán de vivir en los centros urbanos decida vivir aun en
condiciones de marginalidad que generan numerosos problemas que no se han
resuelto a pesar de las enormes riquezas que han ingresado en el país producto
del petróleo.
En cuanto a la
intervención extranjera, aun somos víctimas del riesgo de intervención
extranjera a causa de intereses económicos principalmente ya que nuestra
riqueza natural nos hace blanco de la ambición por influir y controlar nuestra
economía y política de una u otra forma en aspiración por obtener beneficios y
compromisos de parte de nuestro país.
Lamentablemente los distintos gobiernos no han sabido
mantenerse suficientemente independientes de esta influencia, que unas veces es
de las potencias capitalistas; como en el pasado, y otras de otros países que
de una u otra forma intentan influirnos desde sus políticas también
intervencionistas como es el caso de países socialistas, comunistas y los
países del mundo árabe, ninguno realmente acorde con los requerimientos de las
necesidades y realidades venezolanas, pero que hoy como en el siglo XX siguen
atendiendo a intereses que van más allá de las ventajas reales para el país, y
buscan más bien, el apoyo internacional para preservar determinado gobierno e
ideología política en el poder.
BIBLIOGRAFÍA
Arráiz L., Rafael. Historia Contemporánea de Venezuela”.
Caracas, 2007
González, Lucrecia “Historia Contemporánea de Venezuela” Caracas,
2011